El pasado domingo los jugadores torrejoneros llegaban al campo bajo un cielo plomizo, agorero, como si el mismo sol se escondiera para no tener que soportar la emoción de una última jornada en la que los nuestros se jugaban toda la temporada, y es que como los malos estudiantes los deberes se dejaron para última hora y tocaba tirar de orgullo en la última jornada para evitar el descenso.
Que no se trataba de un partido normal era algo claro, quizás por los problemas de última hora, o quizás porque de verdad van aprendiendo, pero el ambiente en el vestuario era el de un equipo que se lo juega todo. Silencio, mentes concentradas, pensando en lo que se venía encima, en la responsabilidad de llevar la calavera en el pecho, de jugarte un año en 80 minutos.
Torrejón salió a jugar dispuesto a no regalar ni un centímetro y rápidamente encerró a los de Hortaleza en su 22, pero bien por la precipitación que hacia que las manos fallaran en el último momento unas veces, otras, por la defensa visitante que se mostraba inflexible, los puntos no llegaban, y una vez tras otra los torrejoneros se quedaban con la miel en los labios.

La paciencia era la clave, había que alargar las posesiones y no acabar todo en la primera fase, y así llegó el primer ensayo, con Bernardos rompiendo la línea contraria para posar el oval y que Tito aumentara las distancias. De nuevo sería Tito quién ampliara el marcador con un golpe de castigo que subía el 10-0 al marcador.
Sin embargo Hortaleza no estaba dispuesto a poner las cosas fáciles, y es que aunque no se jugaban nada en la clasificación el orgullo siempre está presente, y tras el arranque torrejonero fueron los visitantes los que encerraron a los nuestros en su 22. Se cambiaron las tornas y ahora eran los locales los que tenían que defender con uñas y dientes su zona de ensayo, sacando a los del XV Hortaleza solo para ver como el balón volvía a su campo y vuelta a defender, hasta que finalmente los visitantes perforaron la defensa y se acercaron en el marcador, 10-7 al descanso y 40 minutos de sufrimiento por delante.
Nada más comenzar la segunda parte un despiste defensivo hizo que Hortaleza sumara su segundo ensayo y le diera la vuelta al marcador, fallando la transformación, y dejándolo en 10-12, que se convirtió en 10-17 cuando los visitantes volvieron a posar el oval en el ensayo torrejonero. El partido se ponía cuesta arriba, pero no había mas opciones, ganar o ganar.
Torrejón volvió a meter a Hortaleza en su campo, los delanteros peleaban cada balón para que los 3/4 trataran de romper la defensa contraria, y así llegó el segundo ensayo local, con una ruptura por el canal del apertura que acabó con Elías ensayando junto a los postes. Tito se encargaría de empatar el partido con un cuarto de hora aún por delante.
Era ahora o nunca, 15 minutos para acabar el partido y el marcador empatado. Torrejón volvió a lanzarse al ataque y se metió en la cinco rival, dónde las melés se sucedían una y otra vez, el balón se ganaba y quedaba taponado en el ensayo para volver a la melé a 5. Los delanteros veían como sus fuerzas disminuían, pero cada melé podía valer el partido, y cumplieron, ganaron cada balón, pero el ensayo no llegaba y el tiempo corrían hasta que finalmente, tras dos rápidos pases fuera Rubén quien anotara el tanto, 22-17 y un minuto aún en el marcador.
Cada segundo sonaba en los oídos de los jugadores, de los espectadores, de cada persona que se encontraba en el Joaquín Blume, Torrejón perdía la posesión, el reloj corría, Hortaleza atacaba y todo se rompía en un pitido. Golpe de castigo para los torrejoneros, balón a touche, el partido acabado, se había logrado.
Anotadores: Bernardos (+5), Elias (+5), Rubén (+5), Tito (+7)
El bueno
Willy y Bernardos: cada uno dirigió a su pack, delanteros y tres cuartos respectivamente, para llevarlos hacia la victoria.
El feo
Alin: aunque su temperamento volvió a mandarlo al banquillo hizo un buen partido a pesar de estar fuera de su posición habitual y fue la pesadilla de los contrarios en los placajes.
El malo
Vaca: a parte de llegar tarde no tuvo su día con las touche, lo que hizo perder unos cuantos balones a su equipo